He dejado pasar el tiempo para hacer esta crónica, y así he dejado reposar los recuerdos, para que así se queden en la memoria como cuando a uno le falta un mes para irse de vacaciones y le vienen a la cabeza todas las vivencias de las vacaciones anteriores.
Me lo he pasado genial esta Irati, he tenido de todo: risas, sufrimiento, cansancio, calentones, conversaciones, saludos...comenzamos:
Para empezar, repetimos sitio, nos fuimos a
la casa rural Apej en Orbaitzeta. El año pasado nos trataron de maravilla. No es que esté muy cerca de Otsagabia, pero como la martxa pasa por allí, la tropa nos puede ver al pasar.
Llegamos el viernes, y nos fuimos a por los dorsales toda la family, de primeras muy buen ambiente y una organización estupenda que trabajaba ya a tope para que Otsagabia no fuera un caos.
Allí quedamos con Mikel, y tomándonos unas cervezas, estuvimos charlando con Alberto de
Mugibili.
Al día siguiente no llegamos tan pronto como el año pasado, así que tocó aparcar fuera del pueblo en el parking creado para el evento. Con tiempo suficiente, eso sí, para poder tomar un cafecito con toda la peña, todos los mendibikers que íbamos y la gente de
Uribike. ¡Buena grupeta!
Al contrario que el año pasado, llegamos a la salida para ponernos de los últimos. Daba igual, con martxas como ésta no importa es lo de menos.
Así que empezamos tranquilos a ritmo de los más txikis que abrían el grupo hasta Ezkaroz. De aquí empezamos a subir Jaurrieta tranquilos, para empalmar con Erremendia y Abaurreagaina.
Tranquilos pero a buen ritmo, llegamos a Orbaitzeta, donde nos esperaba animando la tropa.
Seguimos para subir "el muro", que este año pese a subir muy bien, me dio la sensación de ser más duro que el año pasado, sería la bici jejejeje.
Y así llegamos al avituallamiento, donde nos encontramos con Carbon, ya estábamos los 4 mendibikers juntos. Tras comer un poco y echar unas fotiquis comenzamos la verdadera Irati.
Aquí los colores se empezaron a tornar grises, habíamos salido con una temperatura y un sol muy buenos, pero después se torció todo, empezó el sirimiri, y cuando llegamos a la zona de dolmenes de Organbide, empezó la nieblilla que nos acompañó en todas las cumbres - era hora ya de ponerse el chaleco.
La bajada la hicimos tranquila, no sin llevarnos un susto por un ciclista que se cayó delante nuestro- Al ver que no tenía nada roto, tan solo una herida en la barbilla, seguimos bajando para llegar a la fila de a uno que nos indicaba el comienzo de Errozate. Aquí nos dividimos en dos grupos según el ritmo, aunque la verdad es que subimos todos bastante bien dentro de lo que cabe...esperando el descansado 8% que nos daba algún respiro.
En la cima Artaburu se veía muy poco, es más los primeros compases de la bajada la hicimos entre niebla, nos dijeron que algún tramo se había asfaltado pero aún así había que estar bastante atento a la piedrilla. Por esa zona sí que vimos una persona bastante mal caída, ya acompañada por
gente que le estaba ayudando hasta que llegara la cruz roja.
Zurzai Lepoa ya se nos hizo un poco duro pese a lo bonito que es, en medio de Irati, y llegamos al avituallamiento, donde decidimos tomarnos un cafecito en el restaurante de las casas de Irati, al lado de la chimenea...vamos que por un pelo nos quedamos allí.
En la bajada, muy rápida, me acordé de los sitios en los que reventé la rueda el año pasado, y así pasamos también Bargangi para comenzar la crono a Larrau.
Larrau, la verdad es que no me pareció un puerto durísimo, pero se me hizo duro más que nada por lo que ya llevaba encima. Tengo que reconocer que empecé genial, a buen ritmo que poco a poco fui bajando hasta llegar reventado arriba...pidiendo la hora. ¡Qué dolor de riñones! ¡No me podía ni agachar!
No sé lo que me pude beber en el avituallamiento, mientras esperaba a Carbon apareció Mikel de la nada delante de mí.
- ¿Pero tú de donde sales?
Había cogido el autobús de subida de Larrau, otro puntazo para la gente que llega hasta el comienzo del puerto, no hace la crono pero quiere acabar en Otsagabia con la bici.
Asier y él habían llegado abajo y Asier iba a subir Larrau. Mikel había decidido que ya era bastante, así que después de comer bien los 3 empezamos a bajar, con una niebla que permitía ver los rayos del sol que encontraríamos más abajo. Y así fue, al de pocos kilómetros salió el sol, y nos pusimos a bajar bastante fuerte hasta que llegamos a Otsagabia. De la misma nos fuimos a tomar una cerveza, y al de un rato llegó Asier. Otra ronda, y nos fuimos a comer a la plaza, de donde casi nos tienen que sacar después con grúa.
Nos quitamos la espina y ya pensamos en otro año....¡ya se verá!