La verdad es que estuve muy a gusto en esta nueva edición de Pedales de Hierro. Mucha
gente conocida, y amigos a los que no veía hace mucho tiempo, que sumado a la
organización perfecta y a un recorrido muy chulo, hicieron que un día que
empezó revirado en cuanto al tiempo, acabara siendo perfecto.
Este año iba con Asier, que estaba muy ilusionado tras un tiempo convaleciente, con la idea de hacer su primera martxa del año. Tampoco es que haya yo participado mucho en martxas este año, aunque sí que he podido disfrutar bastante de la bici en mis salidas.
El día empezó triste con una ligera llovizna, de manera que pasé casi toda la martxa destemplado, en los primeros kilómetros le dejé e Asier, que al final, y tras romper varias veces la cadena se tuvo que retirar. Me planteé esperarle para hacer la corta en el avituallamiento…pero al final pensé en el recuerdo de las bajadas desde Ganerán, y decidí seguir con Txetxu y Alberto, a quienes había cogido antes.
Este año el trazado en varios sitios estaba cambiado, y algunas sendas entre pistas estaban muy bien preparadas para el disfrute de todos, con gente de la organización avisando del posible peligro, y de las zonas buenas en las bajadas.


Después de la ducha acabamos casi todo el grupo Mendibike en la comida: alubias por supuesto, que nos pegamos en el polideportivo, y tras un cafecito, al final logré llegar a casa, y pude deshacerme de mi dolor de tripas…ya me entendéis jejejejeje.
Fotos de pedales de hierro

Este año iba con Asier, que estaba muy ilusionado tras un tiempo convaleciente, con la idea de hacer su primera martxa del año. Tampoco es que haya yo participado mucho en martxas este año, aunque sí que he podido disfrutar bastante de la bici en mis salidas.
El día anterior fuimos a recoger los dorsales,
yo con la incertidumbre de no saber si me había apuntado a la comida…y
estuvimos viendo la pequeña exposición sobre la minería que había en el palacio Olaso.
Al día siguiente para variar llegué pronto…al
igual que todos los mendibikers, así que nos pusimos en primera línea en la
salida…y así vivimos el ambiente previo de otra forma, y echamos unas risas.
Del recorrido de la martxa tampoco voy a
hablar demasiado, se cambió en la primera parte antes de llegar al
avituallamiento, la bajada complicada que había desde el pirulí por otra mucho
más asequible. Como anécdota decir que una persona que iba detrás de mí se
calló por un terraplén subiendo el Argalario como consecuencia de
desequilibrarse con la pendiente, sin consecuencias.
El día empezó triste con una ligera llovizna, de manera que pasé casi toda la martxa destemplado, en los primeros kilómetros le dejé e Asier, que al final, y tras romper varias veces la cadena se tuvo que retirar. Me planteé esperarle para hacer la corta en el avituallamiento…pero al final pensé en el recuerdo de las bajadas desde Ganerán, y decidí seguir con Txetxu y Alberto, a quienes había cogido antes.
Así que más menos entre destemplado y con
dolor de tripa, seguí poco a poco sumando kilómetros, disfrutando del ambiente,
a la vez que sufriendo, jejejejeje.
Este año el trazado en varios sitios estaba cambiado, y algunas sendas entre pistas estaban muy bien preparadas para el disfrute de todos, con gente de la organización avisando del posible peligro, y de las zonas buenas en las bajadas.
Y así llegamos al final del recorrido, con
diversos sube baja para llegar a la última trialera….cañera en la cual fuimos
en plan “be water my friend”, Txetxu y yo….es decir, fluyendo como el agua,
jejejeje.


Después de la ducha acabamos casi todo el grupo Mendibike en la comida: alubias por supuesto, que nos pegamos en el polideportivo, y tras un cafecito, al final logré llegar a casa, y pude deshacerme de mi dolor de tripas…ya me entendéis jejejejeje.
Fotos de pedales de hierro