¿Qué os puedo contar a toro pasado sobre lo sucedido este año en la marcha regulada? Pues que, la verdad, no tuvo nada que ver con la marcha regulada de 2011.
La verdad es que lo más diferente ha sido el tiempo, el jueves ya se veía venir que el Muñarrikolanda no iba a ser ese monte que tanto me ha encantado este verano, todo sequito. Sino todo lo contrario, lleno de barro, hasta las cartolas.
Este año no estaba por aquí nuestra amiga Amaia, así que la marcha la hemos hecho Itzi y yo.
A las 8:05, estábamos en la cola de la inscripción, como estaba lloviendo nos metieron en los soportales del colegio público Zabala, decisión acertada. El ambiente era bueno, pero no se iba a parecer en nada a lo que fue el año pasado. Aún así, siempre hay gente para todo y... caras conocidas que, año tras año, nos volvemos a reencontrar por estos caminos.
Salimos a las 8:15, dirección Berango, hacia el cementerio, donde estaba el primer control, después de sellar cogimos el sendero de la izquierda para empezar estas primeras rampas del Muñarrikolanda. Al ser el piso de piedra todavía no tenía nada que ver con lo que nos esperaría después, que fue un txapapote en toda regla. Había quien venia en zapatillas de deporte, y a las primeras de cambio se quedó, diciendo que no estaba preparada para esto...estamos en el monte y ha llovido, qué es lo que nos esperamos??
Bueno, sin más, proseguimos, por esa primera rampa de barro que es lo que yo llamo "el queso", por la forma que tiene la pared de piedra arenisca que se ve al frente, que es como un queso gruyere.
Adelantamos a bastante gente, ya que íbamos a buen ritmo, y nos encontramos con las típicas familias en las que la madre está echando la bronca a los hijos por no atarse el chubasquero, etc. Vamos, que nos echamos unas risas.
Proseguimos, y esto cada vez se complicaba más. Aparte del barro, llovía bastante, tanto que, aunque llevábamos chubasqueros, daba la sensación de que se nos empezaban a calar los huesos. Itzi tenia el pantalón calado y yo, que no llevaba más que una camiseta debajo del chubasquero pegado por la lluvia, empezaba a notar sensación de frío. Seguimos andando, pensando en llegar al final del paseo e irnos a casa por la carretera.
Total, que al final llegamos a el avituallamiento de Unbe, fichamos y comimos algo, y viendo que estábamos en el kilómetro 8, ya nos replanteamos el tema, total solo nos quedaba la mitad.
Seguimos la bajada asfaltada que nos llevaría a la torre de Martiartu, y de ahí empezamos a ir por bosques hasta salir al camino que nos llevaría a la carretera de los antiguos depósitos de agua, donde estaba situado el tercer control.
En la bajada estaba el fotógrafo esperando pillar a alguien con el culo en el suelo...pero se llevó una decepción. - A ver si se cae alguien que me han dicho que alguno tengo que fotografiar en el suelo, que sino no me pagan. - Hombre, yo si quieres te hago el ademán de tirarme, pero nada más, jejejeje
Después de fichar, cogimos el sendero que nos llevó a la fuente de Iturgitxi, y de allí por las VV subida hasta el Batzoki, donde sellamos la llegada, y nos dispusimos a comer el hamaiketako: costilla, pan, morcilla, txistorrita y bacon, con una cocacola, sentados en el soportal admirando nuestras botas llenas de barro... ¡Un lujo!
Pues lo del barro y la ropa mojada no me da tanta envidia, pero el paseíto y el desayuno... Amaia x
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