Los 10000 del Soplao 2013

El año pasado me quedé con la espina clavada de no haber podido terminar la marcha de los 10000 del Soplao, porque a la mitad suspendieron la prueba (aquí os dejo la crónica), así que este año iba con la ilusión de acabarla. Es verdad que el recorrido, tanto en su parte inicial como en la final, se había cambiado, pero eso no me importaba...al menos en un principio.

Fuente: hojaderutas2

Como el año pasado, salimos la tarde del viernes para ir a Borleña, donde está la casita de la familia de Patricia, y después de dejar todos los bártulos, Asier y yo nos fuimos a Cabezón de la Sal a por el dorsal, y a ver el ambientillo.
Recogí el dorsal, nos hicimos alguna foto, estuvimos viendo tranquilamente los stands, paramos en el de Maestre a saludar a Pedro...ni un atisbo de lluvia, nada que ver con el año anterior; es más, salió el sol y todo.

Les llamé a Aitor y a Luis de Mendibike, para ver si dormían aquí o venían al día siguiente, y después nos fuimos a cenar.
A la mañana siguiente, llegué muy tranquilo a Cabezón de la Sal, y justo donde le dije a Luis que iba a aparcar, ahí estaba él, así que después de ponernos todo, nos fuimos para la salida. Llegamos sobre las 7:15, y le pegué un toque a Aitor, que todavía estaba viniendo para Cabezón.
Me dio la impresión de que este año había mucha menos gente. Eso sí...preparados íbamos un rato, menudos mochilones que llevaba la peña. Bueno yo la verdad es que tampoco me quedaba atrás, y eso que el año pasado no pasé nada de frío, pero ya se sabe, por si acaso...

Pero era increíble ver a gente lo que llevaba: En las manos aparte de los guantes, dentro guantes de plástico, en los pies, alguno iba con bolsas, y bastantes llevaban toda la parte de arriba de la bota forrada de cinta americana...La gente lo debió de pasar bastante mal el año pasado.
Aitor me dio un toque a eso de las 7:50, comentando que él estaba en la parte de delante, e iba a ver si nos encontraba, aunque me da que le resultó imposible pasar, la gente en esos momentos estaba en este estado de ebullición y fervor que nos daba a todos empezar a escuchar los primeros acordes de ACDC.

Así que con la cuenta atrás y la traca de petardos, nos pusimos poco a poco en marcha.
Empezamos por carretera, y pronto, lo que todos imaginábamos en un principio: al ser carretera estrecha, y haber bastante gente...tapón. La verdad es que no fue para tanto, pero por detrás se debieron de estar bajando de la bici, tuvimos que hacer equilibrios...y me dí cuenta de que en esas situaciones los de 29' lo pasan mal.
Entre una cosa y otra llegamos a las rampas de La Cocina. Este año, con cemento rallado un primer tramo, que hizo que casi todo se pudiera subir montado. Aquí se me escapó Luis, y lo pillé justo en el avituallamiento.

Se veían los montes nevados, pero a la altura en la que estábamos todavía no pegaba viento.
Bajamos por las cuevas del Soplao, donde ese barro rojo característico de la zona se nos pegó en las bicis.

Después bajamos a Celis, para ir a la carretera dirección Puentenansa...y a cruzar el río. Este año tenía un poco más caudal, y hubo que andar con cuidado para no mojarnos los pies. Hay que dar también las gracias aquí a dos que nos pusieron unas piedras para pasar, y a un hombre que me agarró la bici justo al final, para poder cruzar.
La subida a Monte A fue de lo más graciosa. Luis se escapó por delante, y yo estuve con unos salaos hablando de la final de copa...eran del Atlético de Madrid...entonces, os podéis imaginar, lo que nos pudimos reír. Así llegué donde la mujer que daba gominolas, y en la cima de Monte A me esperaba Luis para la bajada.
Bajamos rápido, aquí no había problemas de barro ni nada por el estilo, y estábamos todavía frescos, pasamos por el puentecillo de Ruante, como siempre repleto de gente animando, todavia me acuerdo de los niños diciendo eso de : " tú si que vales" a todo el mundo... pero ni rastro de Asier, Patricia, Itzi y los niños...Y llegamos al avituallamiento de campa Ucieda, donde nos juntamos con toda la gente que venía de la marcha a pié.

Empezábamos ya la subida al Moral, todavía estábamos frescos, e íbamos riendo, comentando cosas del trabajo, de Mendibike...Nos pasó Jonan de Bakio, y Luis se puso a tirar con él para arriba. Yo me quedé, no soy la verdad de subir a bloque, yo me pongo un ritmo, y así hasta arriba.
El Moral tiene tres picos, es decir, te crees que llegas arriba, pero cruzas el collado, bajadita, y vuelves a ver de nuevo como pica la pista para arriba hasta el siguiente collado, que te vuelve a pasar lo mismo, así que lo del Moral, es eso...que puede con tu moral.
Rellené arriba el botellín y me tiré hacia Bárcena Mayor en captura de Luis, impresionante la de gente que había, muchos de ellos socorriendo a sus familias: bocatas, ropa, vi a bastante gente que se retiraba en un parking donde había varios coches con carpitas, mesas...hay gente que viene al Soplao a eso, hacen la subida al Moral, y luego la familia les espera con el coche, unas mesas, sillas, comen tranquilamente, animan a la gente, y se van ya para casa...otro plan.
Hable por teléfono con Itzi, que estaban por la carretera entre Ruante y Barcena...pues ya había pasado por allí, igual a la vuelta me cazaban en algún sitio.
A Luis lo encontré en el avituallamiento, llevábamos ya 80 kilómetros con 2900 de desnivel según mi GPS, unas seis horas y media andando en bici :
- Estoy un poco ya harto, me dice.
- Pues, macho, nos queda la mitad.
Así que comimos bien, para afrontar la segunda parte del Soplao.
Subimos Cruz de Fuentes, que se me hizo un poco eterno, por lo aburrido que era. Bebimos y estiramos algo arriba, y bajada para empalmar con la subida a Ozcaba. Allí comimos todo lo que pudimos, y estiramos, llevábamos más o menos 110km, y ya las fuerzas se iban agotando, a mí me dolían los riñones, y las subidas, pues más o menos iba, pero en las bajadas empezaba fuerte y ya casi al final tenia que aminorar ya que me dolían bastante los dedos de las manos.

Así que en la parte final de la bajada de Ozcaba se me fue Luis. Llegando ya al final, empezamos la carretera hacia Correpoco. Ahí me vi bastante mejor, me puse a tirar, y justo en las primeras rampas de Correpoco estaban todos estos animando...la verdad es que me tenía que haber parado porque casi ni me vieron, venía lanzado de la carretera, pero bueno, una fotillo ya cayó jejeje.

Lo de Correpoco, a mí la verdad no me gustó, se le ha denominado la ciénaga de Shrek, así que os podéis imaginar como era, todo el rato por una especie de sendero, lleno de barro, boñiga de vaca, y piedras, la verdad es que no se podía hacer montado en bici, solo algún tramo. Tras la bajada por carretera y unas curvas bastante cerradas, se llegaba a Renedo, donde te desviaban para subir lo último del día: Negreo.
A poco de empezar a subir, había un avituallamiento, cogí algo de bebida en el botellín y seguí para arriba, justo al de 500 metros me encontré a Luis, que iba empujando la bici. Y eso es lo que hicimos durante un buen trecho, ya no quedaban fueras para seguir montado en bici y la subida no era en plan pista, sino que estaba toda llena de piedras y en algún sitio barro. Yo ya no estaba para trialerillas, sí que hubo ratos en los que hicimos algún tramo sobre la bici, pero a estas alturas, nos era ya muy difícil.

Lo de la bajada fue otro cantar. Bajamos unos 2 km, para volver de nuevo a subir, esta vez ya pista, para bajar hasta un collado y otra subidilla, parecía que esto no se iba a acabar nunca. Pero como todo se acaba, llegamos a la bajada final, Luis aquí se me escapó, y yo ya me dejé llevar. Llegando casi al final de la bajada, me puse de nuevo a tirar, persiguiendo a la persona que tenía delante, y así salí a la carretera, 7 kilómetros de falso llano bajando donde pude ver a Luis, intenté tirar para cogerlo...pero ya no me quedaban fuerzas, puse un ritmo 30 km/h, y aunque bastante gente me pasaba, me dejé caer hasta Cabezón de la Sal - se acabó la guerra.
Y por fin llegué a meta: 13 horas 26 minutos, descontando los 4 minutos del paso por la salida,13:22.
Satisfecho por un lado, aunque un poco cabreado por otro: tenía la intención de llegar aquí con 1500 kilómetros más en las piernas, y al final he venido con los mismo que el año pasado, solo que las sensaciones han sido en general peores. Aún así, me lo he pasado muy bien, y aunque por ahora no me planteo qué haré el año que viene...en un futuro esto lo tengo que hacer mucho más holgado.
No quiero acabar sin agradecer a toda la gente que hace posible este evento, y a todos los que animáis desde las cunetas, esperando bastante tiempo a que pase el familiar o el conocido, y que animáis a todos por igual.