Liderados como siempre por nuestro "Capi", participamos en esta salida 19 leones y 3 leonas.
Particularmente, a mí me hacía mucha ilusión ir a esta salida, ya que estrenaba bici nueva, y eso siempre es un extra de motivación.
Además, compartimos esta ruta con gente nueva, que... al finalizarla, dio la impresión de que habían estado con nosotros toda la vida.
Empezamos nuestro peregrinaje en la gasolinera de Getxo (cómo no), metiendo las bicis en la furgoneta y los coches, para ir a la estación de servicio de Arrigorriaga, donde habíamos quedado con todos los demás, allí ya veríamos quién iba con quién, y cuántos estábamos al final.
Tras las presentaciones, y después de charlar un rato para ver qué tal nos iba, empezamos el viaje hacia Altsasua, para tomar la desviación al camping de Urbasa.
Aquí empezaba nuestra ruta, así que una vez vestidos con el traje de faena, y tras la foto de grupo, empezamos la marcha.
Ya en el camping, a Max no le cambia la bici, después de mirar, tensar el cable...nos dimos cuenta de que se le había salido de los topes, así que los pusimos como pudimos, volvimos a tensar y tras un pequeño ajuste, seguimos el camino.
Los cinco primeros kilómetros los hicimos por carretera, para adentrarnos por medio de una pista al interior de Urbasa. Esta primera parte de pequeños desniveles nos llevó hasta Santa Marina de Bakaiku-Iturmendi, donde nos esperaban tras unos refugios, las primeras vistas.
Después de unas fotos, y descansar un rato, proseguimos nuestra marcha, en lo que iba a ser a juicio de todos lo más bonito. Entramos en el bosque y, a estas alturas del año, la caída de la hoja hace que el paisaje se torne de color marrón. Aparte de la cantidad de senderos que hicieron que la gozáramos, a alguna le gustó tanto que hasta saltó de la bici para ver de cerca el color de suelo, bueno, un susto sin importancia.
En medio de todo esto, y cuando estábamos haciendo una parada para reagruparnos, nos encontramos con Roberto Lezaun, que estaba dando una vuelta por Urbasa con uno del Euskaltel.
Llegamos a un collado desde el que se ve al otro lado la ermita de Santo Donato. En esa zonanos topamos con bastante gente - daba la impresión de que había alguna marcha de montaña - y fue ahí también donde nos paramos unos cuantos a ayudar a Jon con un pinchazo
Después seguimos por la pista para volver a dar al bosque.
Nos fuimos topando con restos de la calzada romana, que hicieron más difícil ciclar, ya que entre la calzada, las ramas y todas las hojas, a veces parece que las ruedas se pegaban al suelo.
Pero, aún así, el paisaje era impresionante, creo que todos estábamos de acuerdo en afirmar que ésta ha sido una de las salidas más bonitas, sobre todo en cuanto a la elección de la ruta. Es verdad que en esta época del año pedalear por un bosque es algo espectacular.
Seguimos la ruta por el bosque, pasamos por el nevero de Olderiz, y a partir de aquí es donde empezó un pique épico entre unos cuantos, uno tiraba....se le cogía, después otro lanzaba un ataque, se le dejaba unos metros y se volvía a tirar, así todo el rato hasta que llegamos al punto clave de esta ruta, y donde está uno de los puntos más característicos de Urbasa, el Nacedero o Balcón de Pilatos.
Ya nos quedaba muy poco, seguimos por el camino...que a esta hora ya estaba con bastante gente dando una vuelta, hasta que dimos con otro paisaje, una pradera al final de la cual enlazamos con la carretera para acabar otra vez en el camping.
Buena crónica Javi. Pumuki_XC
ResponderEliminar