jueves, 19 de junio de 2014

Clásica Lagos de Covadonga

Clásica Lagos de Covadonga

Menuda cicloturista que me ha tocado hacer este año, estaba predestinada al fracaso. Menos mal que al final, fue una pequeña victoria.

La semana anterior a la cicloturista empezaron los problemas, primero la bicicleta me cambiaba mal. Fui incapaz de hacer que cambiara bien, no llegaba al piñón grande, las rulinas del cambio rozaban en el piñón y no me engranaba el pequeño. Por si fuera poco, el martes empezaron a dolerme las piernas, como me suele pasar cuando ando mucho en bici y se me olvida correr. Y claro, cuando el miércoles sí fui a correr, el dolor se incrementó. Gracias a MG Bikes en Algorta, los problemas del cambio se solucionaron, así que el jueves me dispuse a dar una vueltilla y soltar piernas, y así de paso probar la bici... Fue penoso, a los 20 km se me partió un radio. Total, vuelta a todo correr a la tienda.

El viernes, después de limpiar la bici, me di cuenta de que estaba revirado un tornillo del cambio, y me volvía a cambiar mal...menuda situación, como decían Asterix y compañía solo hacía falta que se me cayera el cielo encima.
Estuve todo el viernes atacado, cambié la ruedas, calibré bien los frenos, pero no me di cuenta que la rueda la puse mal, total, que al ponerla bien los frenos iban mal, otra vez...y se me iba el día.
Al final, llegó la hora de irse, y como hicimos en el 2011 nos fuimos todos a la casita rural La Tabernina, en Cangas de Onis.
Llegamos sin problemas, y mientras hacían la cena, seguí intentado calibrar los frenos, el cambio... Al final, todo quedó perfecto.
El fin de semana venía genial de tiempo, así que el plan era que mientras Asier y yo hacíamos la cicloturista, los niños, Itzi y Patricia se irían a la playa...qué bien jejeje.







Así que nos levantamos pronto, para que no nos pasara como la vez anterior, que llegamos por los pelos.
Recogimos el dorsal y nos pusimos en la salida, nunca había estado tan cerca del arco de salida. Estábamos a la altura del ayuntamiento, así que vimos en primera fila el homenaje que le hicieron a Carlos de Andrés. Después de oír a los gaiteros, nos pusimos a andar.
El ritmo fue trepidante en estos kilómetros. Habíamos decidido tirar los primeros 50 km a saco ya que eran muy favorables. Asier, que este año iba con bici de corredor, se me escapaba por momentos, y yo era incapaz de seguirle con la plegable. No podía  ir a mas de 55 km/h, no me daban los pedales, y me quemaba por momentos.
A Asier lo tenía a la vista así que mucho no me preocupaba. Hasta que empezaron las caídas. Aquí voy a ser muy crítico. Habitualmente en las salidas me coloco en el medio, o por el final; en esta cicloturista salimos delante y lo notamos. La gente va a saco, pero no todos saben andar en pelotón: muchos se cruzaban, nunca había visto a tanta gente tirar mierdas al arcén (¡ni que fuéramos profesionales, pero de qué vamos!), y claro, muchos sustos, mucho olor a freno quemado, y las inevitables caídas. Me libré de dos de las caídas por los pelos, asistí a otra y en otra ocasión pasé justo cuando estaban retirando a una persona, creo que con la clavícula rota.
Después de unos 35 kilómetros, el ritmo se estabilizó, y en el km 40, cuando ya no veía a Asier e iba en un grupito bastante cómodo...se me rompió un radio de la rueda trasera. ¡¡¡Horror!!! No me lo podía creer, la rueda como un ocho. Me paré en la entrada de una casa, quité el cable del V-Brake, e intenté ver cómo iba la rueda...imposible, seguía rozándome toda la zapata, y era imposible seguir. Llamé a Itzi, y le dije que me retiraba y que nos veríamos en la playa de Ribadesella (yo estaba casi en Llanes). Desmonté la rueda, la cubierta, e intenté enderezar la llanta...tardé unos 20 minutos. Si no me pasó toda la gente, poco faltó. Puse la rueda y destensando todo el freno conseguí que no me rozara, para seguir adelante sin ir frenado. Decidí tirar hasta el avituallamiento para ver si Asier me estaba esperando, y darle la llave del coche.
Me encontraba completamente desmotivado, estaba claro que con la semana que había pasado, no acababa ni de coña... Sin embargo, empecé a pedalear con un grupo y como vi que la rueda aguantaba continué hasta el avituallamiento. Asier no estaba y casi ni paré. Pensé: "Voy a por él a saco". Cogí un plátano, monté y a por la Tornería...qué leches, es un puerto que me encanta. Ya veríamos lo que aguantaba la rueda.
Al comienzo de este puerto, escuché las típicas frases entre grupillos: "dicen que si pasas la Tornería, llegas hasta los lagos"...error, la Tornería es el puerto que te pone en tu sitio, si lo pasas aquí mal, lagos no subes, eso fijo, pero eso no significa que todo el que pase esta cima consiga llegar hasta los lagos. 
Me empecé a encontrar superbien, y viendo que pasaba a mucha gente hasta me envalentoné. Empecé a subir más el ritmo, y se me pasó en un visto y no visto. Este puerto, cada vez me parece más corto, y es una pena...con lo que me gusta.
Empecé la bajada, y como solo tenía freno delantero, me puse el límite de 50km/ bajando, para ir tranquilo, sin tumbadas, ni nada por el estilo.
Empecé la Robellada, también a ritmo, aunque peor. Este puerto nunca me dice nada, no me parece puerto, pero vas siempre como atrancado... Total, que también llegué rápido arriba. Ahí sí me paré en el avituallamiento. No cabía ni un alfiler así que fui pasando mesas hasta que llegué a la última donde me encontré con Asier. ¡¡Qué buena!!! ¡Lo acababa de pillar!
Me dijo que no iba Lagos, que se había desfondado tirando con los grupos y en la Tornería ya ha visto que iba mal. Antes de seguir juntos hasta Covadonga, aproveché para contarle mi aventura con la rueda, al verla me dijo que sus hijos hacen mejores ochos, je je, nos pasamos un buen rato echando risas... Subiendo la Robellada, se me había partido otro radio, y la rueda estaba fatal...aunque aguantaba y mi intención era subir hasta el final (ya vería luego cómo bajar desde allí...).
Llegamos bastante rápido hasta Soto de Cangas. A partir de ahí empecé a sufrir bastante por la rueda...con ese asfalto, ya veríamos si lograba llegar. En el avituallamiento cargué líquido - el sol era de escándalo. Después seguimos un rato hasta el control, saludé a la santina, y me despedí de Asier. 

Hice la subida muy tranquilo, a una velocidad constante. Al principio, me pasaba bastante gente, pero desde la Huesera...fui yo quien empezó a pasarles y a ganar confianza. En el Mirador de la Reina, siempre lleno de gente, por poco se me caen las lágrimas. La gente, al verme con la plegable, empezó a animar a saco: venga chaval, con dos cojones.... fue demasiado ver allí a toda la gente volcada, se me ponen todavía los pelos de punta. Así que aproveché esas fuerzas para seguir con mi ritmo constante, hasta arriba.
Al final no ha sido mi mejor tiempo, pero sí el mejor en bicicleta plegable:  30 minutos menos. Impresionante si tenemos en cuenta que he entrenado mucho menos y que perdí mucho tiempo con la dichosa rueda trasera.
A la noche nos fuimos todos a dar una vuelta y a cenar - ¡¡¡cómo no!!! a Cangas. Y, al día siguiente, aprovechamos para ir a la playa de Ribadesella y darnos unos chombos de época.










lunes, 9 de junio de 2014

VIII Travesía BTT Berrueza Camping Acedo 2014

Travesia Berrueza

Un año más he participado en esta marcha, y la verdad, ha merecido mucho la pena. Queda ya señalada en mi calendario.
Este año, visto lo que nos pasó el año pasado con el tiempo, decidimos alquilar una casita rural para pasar por la zona el fin de semana. Nos fuimos a Ganuza, a unos 14 km de Acedo a Casa rural Ganuza, donde Maribel, la dueña, nos trató de maravilla, recomendable 100%.
El viernes aprovechamos para dar una vuelta por un PR que salía por detrás de la casa. El sábado nos hicimos una ruta que ya colgaré hasta la Encina de las Tres Patas. Ahora voy a centrarme en la aventura del domingo.
A las 7:30 nos levantamos, y ya empezó el wachap a echar humo. La pregunta estrella era el tiempo - no me extraña, los que venían de Bilbao, estaban en el puerto de Azazeta, y cuando pasas por allí es como Mordor, todo negro. En Ganuza, hacía una temperatura maja, un poco fresca, pero bien.







 Desayunamos y montamos todo, y llegamos con el tiempo justo. Total, que no me pude tomar tranquilo un cafecito. Después de saludar a un montón de amigos, nos fuimos para la línea de salida, donde me encontré con unos conocidos del foro de la extreme Bardenas. Unas fotos, un poco de charloteo, y de seguido, el chupín y al ataque. Esto nos duró 2,5km, hasta que empezamos a ver que Koldo llevaba la rueda baja. Paramos unos cuantos para ayudarle y nos quedamos los últimos con los que cerraban la marcha de la organización. No había cámara de repuesto para la 29' de Koldo, le pusimos una cámara de 26'. Con un par....total, que aguantó hasta el final.







  
Ahora solo tocaba meterle un poco de zapatilla para remontar, y así anduvimos, entre sendero y sendero, cogiendo gente, hasta llegar al avituallamiento, donde tampoco estaban los demás.
Pero eso sí...nos encontramos con un clásico de esta marcha, ¡¡¡los pastelillos de chocolate!!! qué ricos....aquí alguno se comió más de la cuenta, y luego estuvo durante varios kilómetros con la barriga llena.
Asier y Koldo, se quedaron un poco atrás, como ellos iban a hacer la marcha corta, los demás fuimos un poco más rápido para intentar coger a los que iban delante.
Aquellos que se decidieron por la marcha corta tuvieron que disfrutar de lo lindo: con subidas en plan falso llano y alguna rampita que al final se convertían en interminables senderos de bajada. Gozamos de lo lindo en esos primeros 35 kilómetros, parecía hasta irreal que estuviéramos bajando tanto tiempo.








La segunda parte tenía más tramos de subida, pero la verdad es que los tres estábamos bastante frescos, así que llegando a un puente a lo lejos, pillamos a Carlos y a Iñaki. Éstos se pensaban que nos iban a dejar atrás...menudas risas nos echamos.

Llegamos al último avituallamiento, una última subida, y bajada para meta, donde entramos todos juntos.

Antes, los de la corta habían tenido su pique final llegando a meta, nosotros decidimos salir en el periódico del día siguiente jejejeje.(Noticias de Navarra)

Como que a dos ruedas...será con un par de ruedas, jejejeje

Al final nos juntamos todos con los bokatas, comentando todo lo que habíamos disfrutado, con este increíble recorrido: 75% sendero.

Creo que han acertado con el itinerario: una primera parte poco exigente y diseñada para pasarlo bien con las bajadas, y una segunda parte un poco más exigente, pero que te deja con un buen sabor de boca final. Y, como no....esos pastelitos ricos del avituallamiento, mmmmm.

Mis fotos aquí
Fotos organización
Fotos Iñaki