viernes, 12 de diciembre de 2014

I BIBEBIKE, LA MARTXA

Como conté anteriormente, el sábado estuvimos en la feria, y el domingo hicimos la martxa.
La organización la lleva la misma empresa que la pedales de hierro, así que esperábamos el mismo mimo que encontramos en aquella ocasión, ...y no nos decepcionó.
Inicialmente, no estaba muy ilusionado con el recorrido propuesto, pero he de reconocer que estuvo genial.
El día no daba para muchas alegrías, todo el finde había estado lloviendo, así que sabíamos que el terreno no iba a estar nada bien. Toda esta parte de la zona del Regato, me la conozco bastante bien por el reto de las cimas, y por la ruta que diseñé para Mendibike de Orduña a Gorliz. Creo que por eso el recorrido me resultaba un poco predecible…luego, in situ, me resultó guapísimo… Siempre es distinto recorrer los caminos tú solo que dentro de una martxa, además de que pasamos por algún fuera pista que no conocía. Los días previos anduve con dudas respecto a si hacer larga o corta…la verdad es que me atraía bastante la idea de bajar por el Regato, por la senda de los galdameses. Al final, me dijeron que se había eliminado, así qué decidí hacer la larga.







Me reuní justo en el parking con Luis, y después de tomar un café, y de saludar a todos los conocidos que nos congregamos en la cafetería de turno, fuimos a la salida, donde no vimos a Xabi, que llegaba tarde.Comenzamos un poco retrasados, en una salida neutralizada hasta la depuradora. A partir de aquí, empezamos la subida por la pista, para llegar a las faldas del Arroletza, cogiendo los senderos paralelos y dejando al lado izquierdo todas las cumbres.
Llegamos de la misma al primer avituallamiento, donde nos tomamos una coca cola. Pasamos por el barrio de Saratxo y seguimos subiendo hasta empezar a divisar el cortafuegos del Eretza, con el monte totalmente cubierto de niebla.









Había empezado con el chubasquero  puesto, pero resultaba agobiante, teníamos 10 grados y mucha humedad, el ambiente estaba cargado, y como no parábamos de subir, pasamos mucho calor. Y así llegamos al segundo avituallamiento, donde nos estaban esperando los vikingos. No pude resistirme a hacer el mongui con el hacha, llevábamos 17 kilómetros por un terreno muy pesado, así que había que descargar la adrenalina para afrontar lo que me quedaba.










A partir de ahí, empezamos una bajada juguetona, con algún tramo complicado que solucionamos bien. Llegamos al corte de la larga o corta…seguimos por la larga, y a partir de aquí, llegaron los problemas. Todo el tramo de bajada hasta el kilómetro 27, sin más, pero luego empezaron los chupados de cadena, y como yo no andaba muy sobrado, se me hacia imposible rodar. Así que tocó empujar bastante la bici; un pequeño calvario llegar en estas condiciones hasta el siguiente avituallamiento.
Por suerte, o eso creía yo, en el avituallamiento había una karcher y aceite para limpiar la bici. Aún así, decidimos acortar, no me apetecía ir hasta Peñas Negras y el pirulí. Fue un acierto, ya que los chupados no se solucionaron, aunque como el terreno era de bajada, no hubo gran problema. En el regato estaba esperándonos Pi, tras saludarle, nos picamos entre unos cuantos para llegar cuanto antes…En realidad a mí ya no me quedaba más gasolina - hice lo que pude. En total casi 40 km, que no está mal para los pocos kilómetros que llevaba yo después del verano.

La martxa y la organización fantásticas, una pena no estar con los voluntarios de Mendibike, que estaban justo en la parte de la martxa larga que no hicimos. Una pena también que no hubiera algo sólido para comer en la llegada, y en cambio, un puntazo las calefaciones que pusieron en las colas para limpiar la bici. Espero que se vaya consolidando en el tiempo, y la verdad, en seco hubiera estado bien, pero el barro le dio su punto.


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